Perder a un ser querido es un duro golpe que siempre, en mayor o menor medida, lleva implícito un proceso que conocemos como duelo.
En Funeraria Florido convivimos a diario con familiares y allegados de fallecidos y aunque es cierto que cada persona reacciona de una forma o con una determinada intensidad, existen ciertos rasgos de este proceso que son tremendamente coincidentes en la gran mayoría.
Hoy vamos a analizar qué se entiende por duelo y algunas estrategias que pueden ayudar a avanzar en la adaptación y aceptación de esta nueva etapa que no hay más remedio que afrontar.
Aprender a convivir y superar poco a poco el duelo.
Aunque es cierto que existen muy diversos tipos de duelos según el hecho causante, no cabe duda que el que se refiere a la pérdida por fallecimiento de un ser querido es sin duda la forma más dolorosa y de mayor repercusión emocional.
El duelo no es un proceso estanco ni inmóvil, sino que avanza y se modifica a medida que el tiempo también va transcurriendo, pero lo va haciendo a través de etapas diferentes.
Al principio la persona siente un profundo desconsuelo, tristeza constante, ganas de llorar, sensación de vacío y soledad.
Este posicionamiento inicial puede alargarse meses, y aunque en algunas ocasiones pudieran apreciarse algunos progresos en el revuelo emocional del afectado, lo cierto es que la pena y la tristeza e incluso el enfado y la no aceptación de la realidad siguen siendo las grandes protagonistas, capaces de bloquear a la persona en sus actividades más cotidianas y en sus relaciones sociales.
Ese tramo de meses no podría cuantificarse pues como ya hemos señalado al inicio, cada cual reacciona de una forma, pero sí es cierto que pasado un tiempo, comenzamos a reorganizar el día a día y convivir con la nueva realidad.
Aunque haya momentos en que la emoción aflore, la intensidad o la virulencia va mermando, hasta que finalmente se llega al estado de aceptación, a partir del cual, el doliente va siendo capaz de recordar con más afectividad que pena. Los recuerdos de los buenos momentos comienzan a hacerse hueco en medio de los dramáticos y complicados.
Pero, ¿Cómo podemos los demás ayudar a una persona a llevar su duelo en cada una de sus etapas, o cómo puede gestionar ese momento ella misma?
- Escuchar y estar cerca es un modo de llevar juntos el peso de la pérdida.
- Es necesario llorar, no hace falta reprimir las lágrimas.
- No es bueno culpabilizarse ni pensar que no se hizo lo suficiente o que se pudo hacer mejor.
- Tener siempre algo cerca de la persona que se marchó nos acerca a ella de forma tranquilizadora.
- Permitirse tiempo para la sanación, con paciencia y comprensión.
- Ir retomando poco a poco, si se hubiesen interrumpido, las rutinas diarias tanto personales, como familiares y laborales.
- Ponerse en manos de especialistas médicos si vemos afectado el sueño, el ánimo, las ganas de estar en contacto con otras personas, la capacidad de concentración, etc
- Verbalizar sin miedo ni pudor nuestros sentimientos y nuestra puntual debilidad por el momento delicado que atravesamos.
El consuelo para sobrellevar y finalmente superar el duelo es algo muy personal y eso lo sabemos bien en Funeraria Florido. Algunas personas hacen uso de su fe y sus creencias como apoyo en esos duros momentos, otros buscan además o en su defecto apoyo en recuerdos, actividades con que descongestionar la mente, técnicas de relajación o ayuda terapéutica.
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