La incineración es un proceso que cada vez está más extendido tras la muerte de un ser querido. Más del 40,33% de los fallecidos en España fueron incinerados y se estima que en el año 2.025 esta opción alcance el 60%. Pero hay que saber que en nuestro país está completamente prohibido esparcir cenizas en vías públicas, aunque podemos esparcirlas en el mar o depositarlas en ciertos lugares, siempre que se cumplan unos requisitos. Sepamos qué podemos hacer con ellas, siempre con el respeto que este acto requiere.
Guardar las cenizas en un columbario o tenerlas en casa en un altar, o en cualquier otro espacio destinado para ello es una práctica habitual. También se realizan joyas o collares que los familiares portan llevando el recuerdo del finado con ellos. En ciertos casos pueden utilizarse para plantar un árbol o una planta en una alternativa ecológica en consonancia con el carácter del fallecido.
Como norma general se prohíbe abandonar urnas con cenizas en la vía pública, pues podría resultar una sanción de hasta más de 700 euros, aunque sí se pueden tirar cenizas al mar. Ello dependerá de la comunidad correspondiente aunque basta con un permiso del Ministerio de Fomento, Dirección General de la Marina Mercante. Como el trámite es complejo de recomendamos lo dejes en manos de una empresa que ya tendrá mecanizado la obtención del permiso. Este acto simbólico requiere que las cenizas se encuentren en una urna biodegradable, ya que las cenizas no pueden esparcirse al aire libre. Tirar las cenizas al mar sin una urna biodegradable ocasiona severos daños al medio ambiente, y al equilibrio de los ecosistemas ya que la urna va a tardar tiempo en descomponerse y va a contener elementos químicos y algunos componentes que suelen ser tóxicos. La urna debe estar fabricada en materiales eco amigables que se descomponen paulatinamente de forma natural.
Las alternativas son la dispersión de la cenizas en espacios específicos habilitados para ello en cementerios o la dispersión en la naturaleza, salvo en vías y parques públicos donde está totalmente prohibido hacerlo, siempre junto con la urna biodegradable donde están las cenizas. Incluso algunos clubes deportivos de nuestro país han comenzado a destinar ciertos espacios de sus estadios o instalaciones para que descanses los restos de sus hinchas más acérrimos.
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