Para qué sirve el testamento y cómo se realiza
El testamento es un documento jurídico mediante el cual una persona (denominada testador) deja constancia del destino que, según su libre voluntad, deben tener sus bienes tras su fallecimiento.
Realizar un testamento es un procedimiento relativamente sencillo que puede ahorrar a nuestros familiares y herederos importantes quebraderos de cabeza. Para hacerlo con seguridad jurídica debemos realizarlo ante notario. Tan solo debemos concertar cita con el notario en la notaría o incluso solicitar en nuestro domicilio, si por alguna causa la persona que desea hacer testamento no pudiera trasladarse. Una vez en su presencia y correctamente identificados, tan solo necesitaremos el DNI en vigor y tener claro cómo queremos que se disponga de nuestros bienes cuando faltemos. El notario tomará nota de todo, nos asesorará sobre lo que es posible y lo que no jurídicamente, y finalmente redactará un testamento ajustado a derecho, es decir, que todo lo que hemos dispuesto se podrá realizar según nuestros deseos pues cumple adecuadamente con la legislación. Tras tener el testamento listo el testador lo firmará y desde la notaría se realizará la inscripción en el Registro de Últimas Voluntades. De esta forma quedará constancia de que hemos realizado testamento y a la hora de nuestro fallecimiento se sepa que existe el documento y en qué notaría está custodiado.
Teniendo en cuenta la importancia y trascendencia del testamento, se trata de un documento barato, ya que su precio oscila entre los 36 € y 60 € (este último para documentos más complejos: muchos bienes, empresas, complejidad de las titularidades, etc., o si hay que incluir desplazamientos del notario). Un caso en el que será una gran ventaja haber hecho testamento es en la herencia es las deudas, ya que si tenemos deudas y lo dejamos reflejado en el testamento, nuestro herederos podrán renunciar a la herencia una vez informados. También es interesante conocer que cuando una persona muere sin haber realizado testamento será necesario realizar ante notario el acta de declaración de herederos abintestado (sin testamento), que lleva aparejado sus correspondientes costes.
Tipos de testamento
Uno de los tipos de testamento más habituales en los matrimonios con hijos es “del uno para el otro, y después para los hijos”. En este caso, al fallecer un miembro del matrimonio el otro conyuge tendrá todo el derecho de disfrutar de la vivienda y del patrimonio en usufructo, hasta que fallezca, y posteriormente pasará a los hijos en partes iguales.
Además de este testamento que hemos explicado y que se realiza ante notario existen otros tipos de testamentos, que, aunque son totalmente legales, pueden llevar aparejados muchos problemas por no haber sido supervisados por el notario para que se ajusten a derecho.
En este último grupo está el testamento olográfico. Esto significa que podemos escribir de nuestro puño y letra nuestro propio testamento y será totalmente válido, pero en este caso podemos estar disponiendo de nuestros bienes de forma que no sea legal el reparto, por lo que no podrá realizarse. Además, como no está registrado el testamento, alguien deberá conocer que lo has hecho y donde lo has guardado, con lo que la seguridad de confidencialidad está totalmente perdida.
También está la opción del testamento cerrado, este consiste en que nosotros mismos redactemos el testamento, a mano, o si es a máquina o escrito por un tercero debemos de firmar en todas la páginas. Este testamento se entrega al notario, que lo autoriza e introduce en un sobre que no permite la extracción del documento sin romperlo. El testamento podrá ser entregado a un tercero para su custodia a la notaría o conservarlo nosotros mismos. El notario levantará el acta del otorgamiento en el mismo sobre o envoltorio.
Realizar un testamento es un procedimiento relativamente sencillo y barato que es imprescindible para asegurar que se dispone de nuestros bienes como nosotros deseamos, además de ahorrar importantes problemas a nuestros familiares y herederos. Lo más recomendable es realizarlo ante notario para asegurarnos que cumple con la seguridad jurídica necesaria.
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