La cremación se está convirtiendo en una práctica cada vez más habitual tras el fallecimiento de un familiar, ya que cada vez son más las personas que así lo dejan expresado a sus seres queridos. Son situaciones que nadie quiere vivir pero que nuestra condición mortal hace que tarde o temprano lleguen. Lo que tal vez no se sepa con la necesaria claridad es qué hacer con las cenizas tras las ceremonias de despedida y posterior paso del finado por el horno crematorio. En España, en 2020, el porcentaje de fallecidos incinerados aumentó hasta el 45,5%.
Una de las opciones es colocar estas cenizas en el interior de un nicho tradicional, bien integrado en una pared o en un espacio privado para la familia. Este último puede posibilitar la exposición de la urna para que la persona fallecida pueda ser recordada y homenajeada. El procedimiento y el trámite resultan similares a los que se realizan con un cuerpo muerto, sólo que en el caso de incineración se lleva a cabo con las cenizas.
Los cementerios se han adaptado al crecimiento de esta práctica habilitando nichos específicos para depositar urnas cinerarias: los columbarios. Incluso estos espacios pueden estar fuera del propio cementerio para facilitar una variedad de opciones a las familias en cuanto a emplazamiento de esa última voluntad.
Otra opción es la de esparcir las cenizas en un lugar con especial significado para la familia o la persona difunta. Debes tener en cuenta que ya existe una legislación sobre los sitios en los que está taxativamente prohibida esta acción. Si la ubicación es privada deberás pedir permiso al dueño del espacio. Las funerarias pueden asesorarte en esta cuestión. Debes tener cuidado con el lugar de elección ya que no puedes saber con antelación qué será de ese terreno, y puede haber sorpresas en el futuro.
Es posible conservar las cenizas en una urna o similar para tenerlas contigo en casa. Para ello suelen usarse recipientes decorativos al gusto de la familia, que incluso puede repartir las cenizas entre varios de sus miembros. Lo más novedoso pasa por guardarlas transformadas en joyas como collares o anillos, o incluso pintar o encargar un cuadro con óleos compuestos por una mezcla de pintura y las cenizas del ser querido.
Por último, destaquemos que este sector del ámbito funerario ha desarrollado muchas innovaciones relativas al desarrollo de urnas biodegradables que facilitan una despedida más respetuosa con el medio ambiente. De igual maneras, los gases que emiten los modernos hornos crematorios son filtrados adecuadamente, de manera que se evita la emisión de partículas contaminantes. Concluimos que las nuevas opciones de inhumación de cenizas son respetuosas con el medio ambiente y capaces de integrarse en el entorno, de manera ecológica.
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