Dar el pésame es una situación que a nadie puede agradar, pero además puede ser un momento incómodo si no sabemos cómo hacerlo de manera correcta. Se trata demostrar a otra persona el sentimiento que se tiene de pena o aflicción por el fallecimiento de un familiar, amigo o persona de su entorno. Para dar el pésame correctamente hay dos formas dependiendo si lo hacemos de manera directa y presencial o estamos a distancia.
Acudir al velatorio, al entierro o a cualquier ceremonia relacionada con una defunción nos llevará a acompañar a sus seres más queridos, a los que debemos trasladar nuestras condolencias. En ocasiones contaremos con un libro de firmas o similar en el que dejar nuestro testimonio. Si nos vemos obligados a hacerlo a distancia, bien de manera escrita, siempre elegante, o por teléfono, algo que debemos siempre hacer sin suponer molestia o inoportunidad en unos momentos tan difíciles.
Las frases usuales para dar el pésame van desde el «Le acompaño en el sentimiento» a «Mi más sentido pésame», «Le acompaño en su dolor» o «Siento la pérdida de …» No es correcto dar el pésame a la entrada de la iglesia y tampoco al final si el oficiante ha señalado el deseo de la familia de no recibirlo. No debemos excedernos en nuestros sentimientos, evitando lloros excesivos o gritos de dolor, que asentarán la pesadumbre de la familia innecesariamente. No está de más ponernos a su disposición para lo que necesiten en los meses posteriores al deceso, haciéndoles ver que pueden contar con nosotros en esos momentos duros.
Para el mensaje escrito se solía usar el telegrama, pero hoy día con las nuevas tecnologías hay muchas formas de comunicarse con la familia del fallecido. La carta es una opción que aún se usas, sobre todo si el texto va a servir para trasladar extensamente la condolencia de la pérdida. Este medio debe ser muy personal por lo que siempre debe ser manuscrito.
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