Llegado ese instante en el que hemos de familiarizarnos con los términos que se manejan alrededor del deceso de un familiar, conviene aclarar el exacto significado de algunos d ellos vocablos que se utilizan, que pueden parecernos similares, pero que contienen matices por entre los que los no habituados podemos perdernos. ¿Es un funeral lo mismo que un entierro? ¿Es el tanatorio también un cementerio?
Un funeral es un conjunto de ceremonias que, dependiendo de la religión, creencias y estatus social, se desarrollan de una manera determinada cando se produce un deceso. Su lapso natural de tiempo es el inmediatamente anterior al entierro. Curiosamente, en inglés el término funeral puede significar indistintamente “funeral” o “entierro”, pero no en español. En nuestra lengua se refiere al “conjunto de los oficios solemnes que se celebran por un difunto algunos días después del entierro o en cada aniversario de su muerte” (RAE).
Previo al entierro tiene lugar, por ejemplo, un aspecto íntimo muy valorado por los usuarios, como es el velatorio. Aunque la tradición en poblaciones pequeñas ha sido realizarlo en casa del difunto, los tiempos, el espacio disponible y las medidas de seguridad e higiene han ido modificando el hábito. Ya lo habitual es que se ubique en la sala de un tanatorio debidamente acondicionada para integrar todas las medidas socio-sanitarias que una situación como ésta requiere. Un ambiente adecuado, reservado e íntimo en el que tu funeraria puede aconsejarte, es el mejor escenario para velar al difunto, un momento de recogimiento que significa la despedida a un ser querido.
Ya nos hemos referido al tanatorio como eje que se convierte en el espacio que cuenta con los servicios necesarios para la exposición del difunto y su posterior inhumación. Además del ya mencionado velatorio el tanatorio dispone de una serie de servicios, algunos no de cara al público, que hacen más fluida y cómoda una situación tan difícil. En España, no existían los tanatorios hasta la década de los 70, siendo hoy día un elemento fundamental a la hora de afrontar un deceso.
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