Hay momentos duros de la vida para los que debemos estar preparados, tanto a nivel emocional como en el plano técnico. Cuando fallece un familiar vamos a sumar al dolor de esa perdida la realidad de afrontar una serie de trámites no siempre agradables que requieren nuestro tiempo y atención en medio del fatal trance. Para sobrellevar esa carga añadida es bueno estar familiarizado con los trámites y documentos que vamos a necesitar.
- El primer documento que debemos obtener es el certificado médico de defunción, que el propio hospital tramita si el deceso se ha producido en sus instalaciones y que es extendido por un médico, acreditándose en él la causa de la muerte. Es necesaria la cumplimentación de un impreso oficial timbrado del Consejo General de Colegios de Médicos.
- Con este documento nos dirigiremos al Registro Civil dentro del plazo de 24 horas siguientes a la muerte, adjuntando el DNI o pasaporte del fallecido. Se trata de un trámite urgente para el que son hábiles todos los días y horas del año.
- Tras este trámite obtendremos la licencia para llevar a cabo el entierro o la cremación, que tendrá lugar entre las 24 y las 48 horas tras el fallecimiento.
- Una vez inscrita la defunción se solicita el certificado de defunción, gestión que puede realizarse de manera presencial o en la correspondiente sede electrónica.
Ten en cuenta que algunos de estos trámites corren por cuenta de las compañías de seguros de decesos o de las funerarias.
- Hay que comunicar el fallecimiento a la Seguridad Social en un Centro de Atención de la Seguridad Social (CAISS), dentro de 30 días hábiles tras el deceso.
- El certificado de últimas voluntades nos indica si la persona fallecida ha hecho testamento. Se trata de un documento que se obtiene 15 días después de la defunción, presentando el modelo oficial 790, abonando una tasa, y adjuntando el certificado de defunción, DNI del fallecido y DNI del solicitante.
- Con este documento anterior ya podemos ir al notario y consultar una copia del último testamento e iniciar el trámite para el reparto de la herencia.
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