Cada vez es mayor el porcentaje de familias que optan por la incineración o cremación en el tanatorio cuando fallece un ser querido.
Tras la incineración, la funeraria nos hará entrega de las cenizas en una urna junto con la documentación que certifica la procedencia de esas cenizas. Pero, una vez que las cenizas nos han sido entregadas, ¿qué podemos hacer con ellas?
Aquí os indicamos algunas opciones:
- Ya sea por costumbre o tradición, o por razones religiosas (por ejemplo la Iglesia católica indica que las cenizas deben mantenerse en un lugar sagrado) un gran número de familiares optan por conservar las cenizas de sus difuntos en una urna dentro de un nicho o en un columbario dentro de los cementerios.
- Algunas Iglesias o parroquias cuentan con columbarios donde colocar las urnas con los restos de los seres queridos. Normalmente se asignan a feligreses y personas que comulgaban en dicha parroquia. No todos los templos cuentan con estos espacios por lo que si esa es nuestra voluntad deberemos informarnos antes en nuestra parroquia. También debemos saber que el precio puede llegar a los 3000 euros.
- Conservar las cenizas en casa. Algunas familias optan por conservar las cenizas en casa, ocupando algún lugar principal o destacado. En estos casos los familiares cuidan mucho la elección del tipo de urna. Es importante tener en cuenta que siempre que vayamos a quedarnos con las cenizas también debemos conservar toda la documentación referente a la incineración que nos entregan en el tanatorio junto con las cenizas.
- Esparcir las cenizas. El esparcimiento de cenizas está siendo cada vez más utilizado para despedirse de un ser querido. Es muy habitual elegir espacios naturales, pero también podemos hacerlo en el propio cementerio si queremos. Los lugares más elegidos para esparcir las cenizas son la montaña y, sobre todo, el mar. En principio, no hay ningún problema en esparcir las cenizas del difunto (siempre que no se haga en la vía pública). Los mayores problemas han surgido cuando se tiran directamente junto con la urna. Esto ha provocado situaciones indeseadas en algunas zonas de costa donde han llegado a la playa urnas con cenizas de difuntos; además de una elevada presencia de restos de urnas. Si nuestra intención es esparcir las cenizas junto con la urna, debemos optar por urnas biodegradables. El no hacerlo puede dar lugar a sanciones económicas. Además os recomendamos conocer la normativa municipal o comunitaria en cuanto al esparcimiento de cenizas, ya que en ciertas zonas está prohibido su esparcimiento.
- Conservar las cenizas en una joya. Existen una gran variedad de joyas y modelos de llaveros, pulseras y colgantes para conservar parte de las cenizas de un ser querido y llevarlos siempre con nosotros. Normalmente son joyas de calidad diseñadas específicamente para contener cenizas, con cierres especiales que aseguran su cierre hermético.
- Convertir las cenizas en una joya. Otra opción para llevar siempre al ser querido con nosotros es directamente convertir las cenizas en una joya, desde cristales y joyas con las cenizas integradas hasta la elaboración de diamantes con las cenizas.
Cada vez son más los familiares que optan por la cremación tras el fallecimiento de un ser querido. Una vez realizada la incineración contamos con varias opciones para las cenizas: depositarlas en un campo santo, esparcirlas en algún lugar señalado, o bien conservarlas en distintos formatos.
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