El fallecimiento de una persona conlleva una serie de trámites burocráticos así como unos gastos económicos derivados tanto del proceso administrativo como del propio entierro (traslados, velatorio, responso, cremación, nicho, lápida, inhumación…). Todo ello en un momento y situación bastante dura para los familiares, pero que puede resultar aún más complicada si no contamos con un seguro de decesos.
Aunque un gran número de personas son previsoras y tienen contratado un seguro adecuado para cubrir todos los trámites y gastos del entierro; también los hay que no tienen este tipo de seguros, normalmente personas jóvenes solteras y sin hijos, pero también en otros rangos de edad. Ya sea por dejadez o por falta de medios lo cierto es que hay un porcentaje importante de población sin seguro de decesos. Teniendo en cuenta que los gastos básicos de un entierro están del orden de los 3500 € contar con un seguro de decesos o seguro de vida será un buen alivio para nuestros familiares.
En los casos en los que el fallecido no tiene seguro de decesos son los herederos los responsables de todo lo relacionado con el cadáver (tramitación de certificados, documentación, gastos funerarios, etc.). Además están obligados por ley a responsabilizarse de todo, no pudiéndose desentender del asunto aunque no tuvieran buena relación con el familiar.
Pero ¿qué ocurre si no hay herederos o si estos son insolventes y no pueden afrontar los gastos del entierro y demás trámites?
En el caso de familiares sin posibilidades económicas para hacerse cargo del funeral serán la administración pública, en este caso el Ayuntamiento, quien se hace cargo mediante ayudas de los gastos del sepelio. También se hará cargo la administración si no hay herederos o familiares que reclamen el cadáver. En principio se intentará buscar los herederos, pero en caso de que esto resulte más costoso será el Ayuntamiento el que correrá con los gastos. Eso sí, la administración podrá posteriormente reclamar los gastos con los posibles bienes propiedad del fallecido o reclamarlos con posterioridad cuando aparezcan los herederos.
¿Hay alguna forma de no pagar el entierro?
La única opción para no pagar un entierro es mediante la donación de nuestro cuerpo a la ciencia. Pero hay que tener en cuenta que a la ciencia no le valen todos los cadáveres y deben cumplir una serie de requisitos. Además, los herederos no pueden donar el cuerpo del familiar fallecido, debe ser el familiar quien lo haya especificado en vida.
Lo que está claro es que fallecer sin seguro de decesos conllevará a tus familiares un gasto económico y quebraderos de cabeza que pueden ser fácilmente evitables si cuentas con un seguro.
Deja una respuesta